Competencia ofimática
Cuando hablé de cómo entendía la competencia digital de los SEO y de los motivos por los que consideraba inadecuando el enfoque de esta cuestión por parte de la Administración (si no la simple ausencia de atención a las necesidades específicas de estos servicios), insistí en la necesidad de desarrollar la competencia ofimática.
Justifica la importancia de esta forma específica de competencia digital el enorme peso que tiene en la intervención de los SEO el uso de estos servicios, destacando ampliamente el procesador de texto, pero el uso frecuente de este servicio ofimático no garantiza el pleno aprovechamiento de sus funcionalidades, especialmente de aquellas que, de una u otra forma, permitirían reducir el tiempo de trabajo.
Podemos pensar, con escaso margen de error en este caso, que si no se aprovechan las funcionalidades disponibles, es aun más difícil que se de el paso a crear procedimientos de (semi)automatización basados en lenguajes de programación. Pocos son los profesionales que utilizan con cierta frecuencia esas funcionalidades y personalmente no conozco a nadie que recurra a los lenguajes de programación para crear instrumentos de trabajo. Y no debe extrañar, ya que razones hay para ello:
- La primera deriva de la propia excepcionalidad (cuando no ausencia) del uso de funcionalidades de uso "minoritario": Combinar correspondencia, uso de formularios, recursos de automatización de documentos (como los campos dinámicos)...
- La segunda, en estrecha relación con la anterior, es el desconocimiento de la funcionalidad Grabar macro, que se acompaña, como medida preventiva, del miedo a trabajar con macros, debido a la mala fama que (puede que justificadamente) tiene este código.
- La tercera deriva de la anterior (de las macros) y su desarrollo se ve frenado, en primer lugar, por los dicho respecto a las macros, pero también por la presunción de dificultad que se atribuye a dar el paso que conlleva un cambio, en realidad, cualitativo importante, y no sencillo: adentrarse en el IDE para comprender el código que genera Grabar macro e interesarse por conocer el lenguaje de macros.
- La cuarta y final (por no hacer más largo este listado) es la falta de tiempo (y de interés inmediato) por el aprendizaje de la lógica de programación que subyace en paso anterior y en otros que se podrían dar respecto al estudio de alternativas al uso de macros.
- Los profesionales de los SEO se ven impelidos por el ritmo del trabajo diario a usar lo conocido sin adentrarse en novedades que tienen un coste inicial de aprendizaje (y de tiempo y esfuerzo). Como suele suceder, lo urgente se impone a lo importante.
- El desconocimiento genera suspicacia, cuando no rechazo: ya que lo que no sobra precisamente es tiempo, ¿para qué me voy a entretener aprendiendo cosas de dudosa utilidad, y más aun trabajar con lo que me puede crear problemas? (el primero, tener que aprender a programar y meterme a descifrar código que resulta ser (a primera vista) un galimatías).
- Lo que yo necesito son herramientas funcionales. Que me las dé hechas la Consejería (el Servicio de Equidad, en este caso), que son los que tienen los medios (o podrían tenerlos); no tengo que ser yo el que haga el esfuerzo de crearlas, que ni ganas ni tiempo tengo.
- Es cierto que la calidad de la intervención de los SEO no es una cuestión de uso-no uso de los medios informáticos, pero este uso mejora aspectos importantes de esa intervención. Entre otras cosas permite un ahorro de tiempo que se puede destinar a desarrollar las actuaciones que se consideren necesarias.
- Comparto que lo que realmente se necesita, y donde hay que "echar tiempo" es en definir y concretar modos de intervención no centrados en "lo burocrático"; pero "lo burocráticos" es consustancial con la intervención de los SEO, por lo que resulta ineludible. Los recursos informáticos son herramientas imprescindibles para abordar estas tareas, cuanto más nos simplifiquen el trabajo, mejor.
- Es verdad que el conocimiento y uso de las funciones "avanzadas" de los servicios ofimáticos no resuelve lo importante del proceso de elaboración de estos documentos, pero no es cierto que el resultado de su empleo sea una mera cuestión de estética ya que contribuyen (unos más y otros menos) a facilitar el trabajo.
- Emplear código para automatizar el uso de la documentación acentúa y mucho esa facilitación del trabajo, reduciendo en gran medida el tiempo empleado. Requiere conocer bien el contenido y modo de empleo de ese documento y utilizar, como mínimo y punto de partida, la funcionalidad Grabar macro. A partir de ahí se requiere conocer un lenguaje de programación (al menos un lenguaje de macros) y saber emplearlo para crear los elementos del código necesarios.
- Este último paso supone aprendizaje y práctica. La propia práctica puede ser la guía del proceso de aprendizaje, pero en un momento determinado hay que estudiar el lenguaje de una forma más sistemática. Existen muchos recursos en la red (este blog mismamente) que te pueden ayudar en este proceso.
- Los resultados que se obtienen gracias a la programación son en si mismos una recompensa, pero si además nos planteamos resolver problemas prácticos (que es el verdadero objetivo de todo esto), estarás en disposición de crear aplicaciones a la medida de tus necesidades. Puede que no sean las más eficientes del mundo, pero ninguna otra te habrá servido de tanto. Además nada impide que combines el uso de aplicaciones comerciales (o simplemente de otros) con el uso de las tuyas propias.
- La competencia que alcances tú refuerza y/o complementa la que desarrollen otras personas. Comparte tus resultados (también tus dudas y fracasos) en contextos colaborativos. Esta colaboración incrementa la competencia del colectivo.
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