OrientAsLO y la competencia digital de los SEO
Después de varios intentos y formulaciones del mismo (este mismo) proyecto, llego a su cuarta versión habiendo recorrido un camino nada despreciable en producción y aprendizaje, aunque (reconozco) no siempre satisfactorio (de ahí lo de las diferentes versiones), manteniendo, eso sí y en lo fundamental, el mismo objetivo: contribuir al desarrollo de la competencia digital de los componentes de los Servicios de Orientación (SEO).
Estoy convencido de que nunca el tiempo es perdido (como dice el poeta), y no como consuelo (quiero creer), sino como resultado de un proceso personal de aprendizaje que sólo las experiencias pasadas han podido hacer posible.
Desde el inicio de este proyecto y hasta el momento actual, han transcurrido ya cuatro años, iniciándose en 2021, muchas entradas y algunos cambios en la forma y la estructuración del contenido.
De todo ello quedan huellas en la actual formulación que mantiene y se basa en esa historia de tentativas, de modo que la versión actual del blog debe mucho a las anteriores, lo que se manifiesta en los contenidos publicados y en el aprendizaje que implican.
El recorrido realizado, ya en sus primeras formulaciones, se inicia profundizando en las posibilidades de la suite ofimática LibreOffice y muy especialmente en las que ofrece el uso del lenguaje OOo Basic. El mantenimiento del nombre original del blog es un reconocimiento y un tributo tanto a la propia suite y su lenguaje de base, como a esos mismos orígenes.
Mantengo parte del trabajo resultante de esos inicios por considerar que siguen siendo de interés, pero sobre todo porque permanece invariable el análisis de la situación y el objetivo principal que originó esta propuesta: los SEO necesitan una formulación específica de competencia digital, teniendo en ella un espacio propio el conocimiento de lo que puede aportar la ofimática y, dentro de ella, la generación de soportes basados en lenguajes de script, lo que equivale a decir el conocimiento aplicado de la lógica de programación. A esto quiere contribuir este blog.
Partí en los inicios de este proyecto de la constatación de limitaciones en el uso real de medios informáticos por parte de los SEO, pero también de lo insatisfactorio de los planteamiento inespecíficos en la definición de la competencia digital docente por parte de la Administración educativa.
Respecto a este planteamiento mantengo que es radicalmente insatisfactorio, ya que no tiene en cuenta las especificidades de las necesidades de los SEO. No se explica de otra manera la ausencia de referencia específica a estos servicios ni el olvido de la competencia ofimática como componente principal de su competencia digital.
Además de este "olvido" considero que hay otro que también afecta al conjunto de profesorado: considerar "competencia genérica" el conocimiento de la lógica de programación y mantener la competencia digital docente ajena al pensamiento computacional es un doble error. Por un lado conlleva, en buena lógica y así se confirma, considerar al docente básicamente como un consumidor-usuario de recursos (las hoy llamadas "herramientas de autor"), olvidando la capacidad del docente para crear recursos al margen de lo que proporcionan estas herramientas (1); por otro lado esta consideración resulta contradictoria con la exigencia que se hace al profesorado de ser el facilitador del desarrollo del pensamiento computacional en el alumnado.
Creer que el profesorado dispone de conocimientos y habilidades de pensamiento computacional por haberlas aprendido "genéricamente" resulta, cuanto menos, ajeno a la realidad. Por el contrario, el pensamiento computacional o es aprendido en procesos específicos de formación o su enseñanza (a los alumnos) se tendrá que dejar en manos de especialistas, los profesores de informática, quienes no la han adquirido precisamente por ciencia infusa ni por la mera práctica.
Volviendo a la especificidad de la competencia digital de los SEO, mantenerlos al margen de la lógica de programación acentúa especialmente su condición de meros usuarios, impidiendo que sus componentes sean competentes para generar soluciones que respondan a sus necesidades profesionales. Y dado que este colectivo, por minoritario, no resulta rentable para la industria del software, no cabe esperar que ésta provea de esas soluciones específicas. El resultado es tan previsible como evitable desde otra definición de su competencia digital específica.
Cuanto más competente mejor, evidentemente, pero tampoco es necesario establecer niveles de exigencia elevados. Para obtener resultados tangibles y funcionales es suficiente con incluir en su definición específica de competencia digital los conocimientos necesarios de ofimática creativa.
Entiendo por competencia ofimática creativa un nivel de conocimientos teórico-prácticos (fundamentalmente del segundo tipo) que habilitan al profesional para generar soportes (documentos) basados en los propios servicios ofimáticos incorporando script que faciliten la (semi)automatización de los procesos (2).
Con es nivel como mínimo competencia no estoy estableciendo su techo, pero como primera meta resultaría satisfactoria. A partir de ahí se pueden plantear otras que ahora parecen alejadas de lo posible, pero que en su momento se pueden incorporar como parte de las herramientas que faciliten la práctica profesional. Con ello me refiero, por ejemplo, a tecnologías orientadas al análisis de los datos resultantes de las actuaciones de los SEO. En la medida en que la hoja de cálculo sea o se convierta en herramienta habitual de registro de datos y el análisis de los mismos una práctica frecuente (para el análisis de las actuaciones, por ejemplo), contar con conocimientos informáticos aplicables a estos procedimientos se convertirá en una necesidad.
Pues bien, este blog mantiene su objetivo inicial de contribuir al desarrollo de lo específico la competencia digital de los SEO, incorporando recursos para el desarrollo de la lógica de programación y el conocimiento básico de un sencillo lenguaje de programación (OOo Basic). Conocimiento sistemático de tipo teórico-práctico, no un mero recetario de trucos, pero con claro predominio de esa dimensión práctica que incluye formas de uso, procedimientos de implementación, desarrollo de estrategias de trabajo y propuestas de solución práctica.
NOTAS
(1) No deja de ser revelador al respecto el cambio de denominación que han sufrido estos recursos. Se ha pasado de la denominación lenguajes de autor a herramientas de autor. Este cambio de denominación no es gratuito, ya que conlleva también un cambio de orientación: de basarse en lenguajes de script a ser utilidades que facilitan la generación automática de materiales de aprendizaje y evaluación prêt-à-porter. La aplicación de utilidades IA refuerza aun más esta orientación.
(2) Que no está reñido con el uso de soluciones de terceros, libres o comerciales, ni con la incorporación de recursos basados en la IA.
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