Análisis de datos (IV)
Repositorios (a)
Las tres entradas que preceden a ésta han servido para plantear y concretar cuantitativamente la diferencia entre un directorio-almacén o pre-expediente y un expediente digitalizado SEO. Cierto que es una diferenciación no exenta de incertidumbres, pero coherente con lo que sabemos y con lo que observamos en este conjunto de documentos que hemos llamado expedientes SEO.
En realidad esos primeros análisis han servido para mucho más que la mera diferenciación, ya que también nos han permitido identificarla y cuantificarla, y hasta ponerla en duda. Así que en las entradas que siguen trataremos de confirmar estos primeros análisis, delimitar con más precisión esa diferenciación e identificar algunas de sus características diferenciales... empezando por el análisis de los repositorios.
Llamo ahora repositorios a lo que anteriormente denominé "pre-expedientes"; esos directorios (carpetas) en los que simplemente se almacenan algunos documentos (pocos, en principio suponemos que sólo uno o dos, aunque se presume que algunos más no modifican la naturaleza de mero almacén de estas agrupaciones). Su análisis es necesario para establecer diferencias con los directorios que podrían ser considerados ya como expedientes digitalizados SEO.
Lógicamente las diferencias no son sólo de número (de documentos), pero el número es uno de los factores diferenciales, al menos a partir de cierto punto. Y esa es precisamente una de las dificultades: identificar, dentro de la pobreza y ambigüedad del criterio, cual es el número mínimo, y cual la región de incertidumbre a partir de la que ya podemos establecer con seguridad que ese directorio es un expediente. Hasta el momento hemos establecido 3 como número mínimo de documentos para empezar a hablar de expedientes, 1 y 2 para hablar de repositorios. Lo de que sean suficientes 3 es más por deducción que por conocimiento empírico; lo de 1-2 también, aunque en esto las pruebas parecen más sólidas.
Dedicaremos lo que sigue en este análisis a comprobarlo introduciendo criterios tipológicos basados en la lógica que ha presidido la historia de la intervención de los SEO. Me explico.
Si la generalización de los SEO como servicios externos a los centros hizo posible que surgieran los expedientes SEO, el predominio del modelo clínico, junto con la dotación de medios tecnológicos dotó a esos pre-expedientes de cierto tipo de contenido: documentos-informes derivados del uso del procesador de texto. Estos documentos se "almacenan" en carpetas únicamente circunstancial o accidentalmente o como forma de facilitar posteriores usos, especialmente una nueva impresión del documento, ya que su destino es pasar al circuito del procedimiento de tramitación (del informe-dictamen) como documento impreso, el cual termina formando parte del expediente escolar del alumno y/o del expediente (este sí) analógico del SEO.
Si este análisis es cierto, y así lo considero, lo que cabe esperar es que estos directorios (repositorios) contengan fundamental y mayoritariamente documentos de texto en formato doc/docx, y más concretamente informes/dictámenes. El hecho de que el repositorio contenga 1 o 2 documentos no tiene por qué modificar esta premisa; en todo caso, posibles documentos PDF no serían otra cosa que el archivo del informe en un formato alternativo y más seguro: sólo se puede imprimir, consultar y copiar, pero no se puede acceder a su contenido, no en ese momento, ni, y esto es lo más importante, tampoco modificarlo.
Digo "en ese momento" porque otra variable confirmatoria de lo que se afirma a modo de hipótesis es el momento en que se formula ese documento. Estamos hablando de las fases iniciales del desarrollo de los "expedientes", en el mejor de los casos, aquel en el que aun no está claro cual va a ser el rumbo que tomarán las cosas, si los expedientes SEO se consolidarán y en qué formato. No hablamos, y ya dijimos el motivo, de la actualidad, ya que ahora sí está claro que los expedientes SEO han de ser digitales, y sabemos que una composición inicial mínima no se limita a uno o dos documentos; recuerda que establecí ese mínimo en tres, aunque también dije que ese era un mínimo absoluto, pero no necesariamente el más frecuente. De ahí la inseguridad de a qué categoría pertenecen los directorios que superan los dos documentos pero que están próximos a esta cifra.
Ahora podemos tener más o menos claro qué tipo de análisis es el que me planteo realizar, y es posible hacerlo "manualmente" usando los recursos Calc (y si acaso OOo Basic) que han servido para realizar los precedentes; lo "malo" es que mi objetivo es un poco más ambicioso, lo que complica las cosas. Ya veremos cómo y cómo superamos estas dificultades.


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